Hoy desayunamos en la Plaça Nova y aunque íbamos a ir a Cala Turqueta que me apetecía mucho, el tiempo en la zona del sur no estaba demasiado bueno así que hicimos caso al chico de la recepción que nos recomendó dos calas en el norte bastante cerquita y bonitas.
A unos 12 minutos de Ciutadella se llega muy fácilmente a Cala Morell. Ésta, ha sido la única playa que era de piedrecitas, el resto son arenas muy finas y claras. Aparcamos cerca del Restaurante Ivette, pero viendo que había una bajada muy empinada, con el Gps fuimos para la otra zona de la cala y aparcamos más cerca.
Por lo que hemos podido conocer de Menorca, cada cala es tan preciosa o más que la anterior, así que si queréis relax y mar, éste es vuestro destino.
Pudimos disfrutar de un rato estupendo allí, no había mucha gente y estaba muy tranquilo.
Aprovechamos siempre que vamos de playa y comemos por la zona. Éste día, al ser un martes, el restaurante mencionado anteriormente que nos recomendaron estaba cerrado.
Así que sobre las 15:30 fuimos al chiringuito Baristiu, donde no te apuntaban en lista y tenías que organizar tú la cola. A las 15:50 salieron a decirnos que cerraban la cocina y que no cogían más mesas (nunca llegaron a cogerlas). El trato fue bastante malo y salimos muy decepcionados.
Siendo tan tarde y por la zona, a parte de eso, no había nada, decidimos volver a Ciutadella y meternos en cualquier sitio.
Encontramos en el polígono industrial un restaurante que a primera vista no nos invitaba mucho a entrar pero queríamos comer cualquier cosa y volver a la otra cala que nos dijeron que teníamos que ir.
Ya eran las 16:00 y cuando entramos el trato fue más que bueno, tenían platos preparados, tanto fríos como calientes que elaboraban allí y nos lo prepararon todo en un momento. El precio muy muy bueno. Así que solo puedo decir cosas buenas de este sitio y de los trabajadores.
La idea en un principio era conocer Cala Morell, comer allí, e ir a Cala d'Algaiarens que estaba por allí. Volvimos y aparcamos en el parking De Vall (así es conocida la Cala d'Algaiarens) y por un sendero muy accesible llegamos a este bonito lugar. Una playa bastante más grande pero sin cobertura móvil, puede ser un buen momento para desconectar.
En esta playa pudimos "sufrir" los.. ¿Cómo llamarlos?... ¿Mordiscos? ¿Picotazos?... jajaja
En Menorca en la zona de la orilla hay muchos pececillos, muy pequeños, que muerden. Sí, sí. No nos hicieron heridas ni mucho menos pero el susto y el contínuo "¡Ay, Ay!" no parábamos.
Claro, nos quedamos muy extrañados, y por los grititos de otros bañistas, vimos que no éramos los únicos sufriéndolo. Le preguntamos al socorrista, que nos dijo que era muy común pero que no hacían nada.
Aquí, cuando empezó a caer el sol, nos despedimos de Cala d' Algaiarens.
Por la noche, decidimos ir de "excursión con el coche". Me apetecía ir al Castell de Sant Nicolau, porque ví que los atardeceres era espectaculares. No llegamos a tiempo al atardecer y al ser de noche, imaginé que estaría iluminado. Error. Estaba súper oscura la zona sin nada de luces. Ni farolas. Seguro que sería muy bonito de noche así. Si tuvierais la oportunidad seguro que os encantaría.
Aparcamos por la zona de la marina y cenamos super bien en esta hamburguesería tan bonita y con tan buen rollo.
Y para despedirnos de la noche en Ciutadella, mañana ya nos vamos a Mahón, brindamos con Pomada, bebida típica hecha con Ron Xoringuer y limonada. Cuando vayáis seguro que veis muchas máquinas de granizada que dispensan esta bebida.
¿Qué decir de Ciutadella?.. Que nos ha encantado...
Muy buenas noches. Mañana más :)
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