Después de haber descansado tan bien, nos tomamos un buen desayuno para empezar el día de mi cumpleaños con mucha energía, íbamos a tenerlo muy movido.
Había mucha variedad por lo que es recomendable contratarlo a la hora de vuestra reserva. El hotel era Playasol Marítimo.
Después y con las pilas cargadas, cogimos nuestro coche de alquiler y fuimos hasta Sant Antoni de Portmany donde habíamos reservado un tour por la costa con Esvedracharter.
Podéis ver muchas empresas que se dedican a hacer actividades acuáticas, pero teníamos reservado con ellos por lo que fuimos directamente a su caseta.
Aquí os dejo una imagen del tríptico que cogí por si os interesa para cuando vayáis por allí.
Hicimos un tour por la costa que nos gustó mucho, al final paramos y nos bañamos en una isla preciosa.
Si os gusta la velocidad, tanto la lancha que os lleva a donde están las motos como después, disfrutaréis un montón. Nosotros somos más precavidos e íbamos a una velocidad normal con la moto, habiendo veces que los compañeros y el monitor se alejaban bastante. Aún así, y habiéndonos despistado con el sol un poco, NO OLVIDÉIS LA PROTECCIÓN, nos encantó la experiencia.
Llevamos el móvil protegido con una funda y un cordel atado al cuello porque la GoPro se estropeó en el último momento. No pudimos hacer buenas fotos por miedo a que se cayera.
A la vuelta, aprovechamos para comer, ya que después, íbamos directamente de vuelta a Ibiza y a disfrutar de una de sus playas más conocidas.
En el chiringuito Palapa, a menos de 50 metros de caseta de Esvedracharter pudimos deleitarnos con tacos y quesadillas, y refrescarnos después del tour de 2 horas.
A 25 minutos de Sant Antony de Portmany fuimos a pasar la tarde a Playa de en Bossa, donde se encuentran los hoteles más conocidos, Ushuaia, Hard Rock... y donde hay marcha a cualquier hora.
Como playa en sí, podemos encontrara en cualquier lugar, es enorme, kilometros y kilómetros, pero no tiene nada especial como otras calitas con encanto que podemos encontrar, pero quise conocerla por el ambiente que se mueve por allí. El tiempo empeoró y se nubló bastante por lo que después del chapuzón, era buen momento de volver al hotel, ducharnos y seguir celebrando mi cumpleaños por el centro de Ibiza.
A la llegada, me encontré con la sorpresa de que nos invitaban a un vino. Un detalle por parte del hotel y de mi pareja, que fue el que lo organizó todo.
Esta vez fuimos al centro en coche. Aparcamos en el parking Es Pratet en pleno Paseo Marítimo, y de ahí al Hard Rock Café. Todos los cumpleaños es tradición y lo solemos celebrar en el de Marbella, menos en 2014 que fue en Barcelona.
También compramos el souvenir típico de vaso y camiseta.
Después de un buen paseo y de tener estas vistas al Dalt Vila, y habiendo el reloj marcado las 00:00 dijimos adiós a un cumpleaños maravilloso. ¡Pero lo íbamos a seguir celebrando los días posteriores!
Seguimos en el próximo blog, con el viaje hacia Mallorca.
