Todo lo que empieza, acaba. Y hoy es nuestro último día.
Sigue haciendo mucho frío y queríamos hacer varias cosas pero vamos a tener que recortar los planes.
Esta vez me quedo con muchas ganas de ir al Templo de Debod. Es un lugar mágico para mí y es siempre imprescindible ir. También el Parque del Retiro es un sitio donde podemos pasear o montarnos en las barquitas y estar tranquilos en el bullicio de la ciudad.
Hoy nos quedamos en el buffet del hotel desayunando con estas vistas a la Gran Vía. Queríamos despedirnos por todo lo alto.
Después, fuimos paseando para ver algunas tiendas, aún no habíamos visitado el Primark y me quede sorprendidísima con todas las plantas que tenía y la que más me gustó fue la planta baja ya que tenia la zona de merchandising y un rinconcito con un montón de cositas de recuerdos de Madrid. Como no habíamos llevado nada a la familia, ya que hemos estado muchísimas veces en la capital y les hemos llevado de todo de las tiendas de souvenirs, esto me pareció una idea estupenda.
Yo me llevé unos paños de cocina para la casa y un bolso- maleta, pero me arrepentí de no haberme llevado todo je je
También dimos un paseo por la Calle Fuencarral.
Solicitamos un Uber y nos llevó a Atocha por 6,88€
Una vez en la estación comimos algo rápido en el Burguer King y ya era hora de volver a la realidad. Era el Blue Monday (el día más triste del año) pero no nos sentíamos así. Era el momento de recordar todo lo vivido y ser muy felices por haber vuelto a Madrid.
Con ganas de volver a recorrer tus calles otra vez.
Madrid, Madrid, Madrid, te extraño...
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